Conducción en Lluvia
La temporada de lluvias está a punto de entrar en su etapa más dura con la llegada de los huracanes por lo que le tenemos algunas recomendaciones simples para aprovechar con mayor efectividad la reducida adherencia de los pavimentos mojados:
Cuando empieza a llover, la última zona que se moja es la que no pisan las ruedas de los automóviles. Las llantas arrastran el agua y van dejando surcos húmedos que obviamente son resbalosos cuando las llantas apenas se empiezan a mojar. Trate de “salirse” de esas huellas y pise las zonas secas cuanto sea posible. Esto le ayudará a mantener por más tiempo condiciones más convenientes de agarre.
Ahora que si ya está todo el piso mojado y llueve con cierta intensidad, lo más conveniente es pisar las huellas del vehículo de adelante. Esto ayuda a tener contacto donde hay menos agua pues el vehículo previo ya se encargó de desplazar el exceso.
No está de más recordarle que aumente sus distancias y atención, no realice maniobras bruscas y reduzca su velocidad. Use el aire acondicionado para desempañar los vidrios y cambie las plumillas de los limpiadores inmediatamente que note que ya no recogen bien el agua. Revise que la profundidad del dibujo de las llantas no sea menor a 3 milímetros o con una moneda de 1 peso que pueda insertar por completo el canto planteado.
Si va a pasar por una inundación compare el nivel de la banqueta con el del agua y juzgue la altura. Si el agua no cubre la banqueta cruce a velocidad moderada pero constante. Si la inundación tiene corriente evite cruzar.
Paco de Anda Orellana
Septiembre 2007
Revista Automóvil Panamericano
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